La autonomía necesita que actúes por ti mismo: que en lugar de esperar peticiones para pasar por los canales establecidos, solo para acabar atascado en papeleo y negociaciones de nunca acabar, establezcas tus propios canales.

Si quieres que los hambrientos tengan comida que comer, no le des dinero a organizaciones de caridad burocráticas: encuentra donde hay comida que se va a desperdiciar, recógela, y compártela.

Si quieres encontrar viviendas asequibles, no esperes a que tu ayuntamiento haga algo – va a llevar años, y mientras tanto ahí fuera hay gente durmiendo en la calle cada noche; tomad edificios abandonados, abridlos al público, y organizad grupos para defenderlos cuando los sicarios de los propietarios ausentes se dejen ver.

Si quieres que las corporaciones tengan menos poder, no les pidas a los políticos que tienen comprados que pongan límites a sus propios amos: toma ese poder por ti mismo. No compres sus productos, no trabajes para ellos, sabotea sus anuncios y sus oficinas, evita que sus encuentros deliberativos tengan lugar, y que su merchandising sea entregado. Ellos usan tácticas similares para ejercer su poder sobre ti, también: solo aparenta ser valido porque han comprado las leyes y los valores de tu sociedad mucho antes incluso de que tu nacieras.

No esperes al permiso o al liderazgo de ninguna autoridad externa, no supliques a un poder más alto que organice tu vida por ti. ¡Toma la iniciativa!